El psicoanálisis no es una hermenéutica, no vamos tras la búsqueda del sentido. Esto aplica para la clínica y también para la doctrina. Nuestros congresos, los de la AMP, se sostienen en la provocación de plantear aforismos como títulos. Y hacia allí nos conducimos.

Este desafío de hacer una inmersión en lo que implica un aforismo es un estímulo de dimensiones clínicas, epistémicas y políticas. Un aforismo es un saber ultra condensado y enigmático que invita al desciframiento. No hay relación sexual es un aforismo base… tal vez el más esencial.

“La relación sexual no existe no habla de algo abstracto, sino todo lo contrario (…) se refiere a las cuestiones más esenciales que el psicoanálisis ha descubierto sobre el sujeto del inconsciente y su relación con el goce. Nos atrae hacia el misterio inmemorial de la sexualidad, la imposible identidad, lo indefinido de una esencia femenina o masculina, la desnaturalización de toda acomodación del sexo biológico a un saber establecido”. (1)

Trauma

Es en este sentido que me aventuré con este título de esta intervención: Trauma sexual. Miller en su curso del año 1988, Causa y consentimiento, dirá, cuando se pregunta por el estatus del trauma, que al trauma no lo pensamos a partir de una diacronía, como lo hacían desde cierto psicoanálisis ortodoxo, aquel que pone en marcha la tarea de rememoración, sino el trauma se piensa de manera sincrónica.  Tratar al trauma como un trouma (neologismo lacaniano que alude al agujero) implica no combinar al trauma con la diacronía. “Cuando al final de su enseñanza él llega a formular que no hay relación sexual, nos brinda la fórmula sincrónica del trauma. Tal es la versión última del trauma sexual en Lacan: No hay relación sexual”. (2)

Y dirá que esto nos da “el axioma de los traumas”, que no nos permite fecharlo, ni saber cómo ni cuándo, sino la seguridad de que lo hay. Es un HAY sobre la base de un NO HAY. Como no hay relación sexual, Miller indica que lo que hay son pequeñas invenciones.

Esto me lleva al corazón del aforismo que le dio origen a la investigación que hicimos en el marco de un cartel alrededor de otro aforismo que se encuentra en el capítulo cuatro del Seminario 23: “Solo hay responsabilidad sexual, como todo el mundo percibe”. (3)

Definición que impacta y que ofrece una primera lectura: todo el mundo es loco y todo el mundo percibe que solo hay responsabilidad sexual. En definitiva, todos deliramos que hay relación sexual. Al referir al acto sexual y a la equívoca polaridad de lo activo-pasivo, Lacan propone allí, en esa misma página, retomar la cuestión desde el comienzo, “a partir de la opacidad sexual”(4). Sintagma que capturó mi interés y que me invitó a un recorrido.

Opacidades

Freud señaló el dark continent como correlato del enigma de lo femenino, y Lacan, por su parte, desplazó lo oscurohacia lo opaco. Se despeja de este modo cualquier referencia a lo profundo: lo opaco está en la superficie. Esta opacidad tomará, a lo largo de su enseñanza, diversos relieves y lo destacable es que en su elocuencia se hilvana un núcleo crucial: no hay relación sexual. “Opacidad porque, en primer lugar, no nos damos cuenta de que lo sexual no establece de ningún modo ninguna relación”(5), aseverará. No hay relación cuando de lo sexual se trata, en su lugar lo que hay es opacidad, y también, engañoso sentido. 

Miller dirá en Sutilezas analíticas que en la atmósfera del análisis hay que vérselas con una opacidad que se presenta de diferentes modos: “esta opacidad está siempre en la palabra analizante, la constituye como tal, hasta tal punto que, si no aparece como fenómeno podemos decir que no se está en análisis”(6). La palabra opaca señala el inconsciente, la división misma del sujeto en su enigma.

A su vez, podemos entender a la opacidad como una figura a la que Lacan recurre para distinguir goces. Por un lado, el goce opaco al sentido que refiere a lo real, por otro, el “goce transparente al sentido”(7) que Lacan nombró objeto a. 

Carolina Koretzky ilumina este punto al señalar que en el final de un análisis “podemos hacernos responsables de lo que permanecerá opaco para siempre”(8). Se trata entonces, de la responsabilidad sexual frente a esa opacidad irreductible de la que estamos hechos y a la que se responde, siempre de costado, con una invención que, sin pretender transparencia, la vuelva más operativa

Dolores Amden

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1. Dessal, Gustavo. “La función del aforismo en la enseñanza de Jacques Lacan”, Revista Freudiana, n° 95/96, 2022.
2. Miller, J.-A. Causa y consentimiento. Paidós, Buenos Aires, p. 138.
3. Lacan, Jacques. El seminario, Libro 23, El sinthome. Paidós, Buenos Aires, 2012, p. 62.
4. Ibidem
5. Ibidem
6. Miller, J.- A. Sutilezas analíticas. Paidós, Buenos Aires, 2011, p. 165. 
7. Miller, J.-A. “Introducción del ser y la existencia”. Revista Freudiana, n° 76, 2016, p. 21.
8. Koretzky, Carolina. “La ternura del parlêtre”. Inédito. Presentado en la “Cita con el pase”, 17/2/2024.