TODO EL MUNDO ESTÁ EN SU MUNDO | Clínica de las invenciones singulares | XXI Jornadas
Escuela Lacaniana de Psicoanálisis
Escuchado en su singularidad ningún ser humano puede ser normal si partimos del desbarate que comporta en su programa instintivo el encuentro contingente con aquello que lo precede, el lenguaje. Así, troumatizado por el choque de las palabras con una maleza de pulsiones inorganizadas, se abrirá en él una brecha que de forma irremediable marcará un destino, el de arreglárselas con los significantes que lo determinan como sujeto.
El parlêtre —así llamó Lacan a esta singularidad del ser que habla— devendrá cautivo de palabras a las que quedará más o menos subyugado. En ocasiones permanecerá instrumentado por ellas. En otras, podrá ir encontrando maneras de hacer con esa materia, su lalengua, y con los afectos que engendra.
Proliferarán de este modo sombras, reflejos, espejismos, subordinados a esa relación primitiva, originaria y traumática entre el significante y el goce, que le permitirán hacer con ese agujero a partir de la particularidad de su síntoma. Ficciones que alimentan sueños, fantasías que moran en la intimidad… atribuciones de sentido con las que habitará su cuerpo, así como el lazo social con los otros.
Todo el mundo está en su mundo, cada uno tironeado, cuando no tiranizado, entre la universalización de los significantes y la particularización de las formas de goce. Se trata, sí, de una locura que siendo universal no es lo que se distingue clínicamente como la psicosis, sino el delirio que comienza ya con la palabra, con el saber, con la verdad que “tiene una estructura de ficción”; con los fantasmas más comunes o más singulares; con el lenguaje mismo que Lacan definió a fin de cuentas como “una elucubración sobre lalengua”.
Del mismo modo, es desde el lugar del Otro del lenguaje como se constituyen los discursos establecidos (leyes, religiones, ideologías, modas…) que, en su pretensión de regulación de la diversidad de goces, ofrecen soluciones colectivas que orienten los modos de arreglárselas con el cuerpo y con los otros. Éstas serán, para algunos sujetos, un auxilio. Para otros, no pudiendo servirse de ellas, la presencia del mundo y/o del cuerpo los urgirá a construir delirios originales “verdaderamente” inventados.
Frente al psicoanálisis, que subvierte todo discurso que promueva una supuesta normalidad, encontramos clasificaciones diagnósticas que, partiendo de una estandarización generalizada, pretenden alojar al sujeto en un “todos iguales” que borra sus diferencias a riesgo de desoír lo más singular que se juega en su sufrimiento, y de silenciar sus síntomas.
Podemos decir entonces que “todo el mundo está en su mundo” es la constatación de la posición profundamente antisegregativa del psicoanálisis, al ser un “todo el mundo” que subraya la marca singular e incomparable de todo sujeto. Y lo es especialmente en su pathos (πάθος), aquello de lo que sufre, pero que es también la oportunidad de transitar la senda que lo convoca a una invención siguiendo el vestigio de su funcionamiento particular, su modo singular de intentar arreglárselas con el goce que lo habita.
Así, siguiendo la orientación de la “ultimísima enseñanza de Lacan”, la clínica de las invenciones singulares nos convoca a ir más allá de la división de conceptos precedentes, como síntoma y fantasma que se aúnan en el de sinthome, sin por ello perder de vista la orientación que encontramos en la clínica estructural que la antecede.
En esta vía, son numerosas las preguntas que se abren: ¿Qué uso hacemos de las formaciones del inconsciente al orientarnos a partir de los acontecimientos del cuerpo? ¿Cómo se articulan la clínica estructural, organizada por el significante del Nombre del Padre, y la clínica nodal, que lo pluraliza en formas singulares de anudamientos? ¿Cuáles son las condiciones de posibilidad de encontrar un lugar común, si cada uno está en su mundo, en aquel que su síntoma fomenta? ¿Cómo, por otra parte, puede llegar el sujeto a constituir su pareja-síntoma? ¿Cómo, también, un delirio puede convertirse algunas veces en vínculo social, incluso en una religio que agrupa a sus creyentes?
Es lo que transitaremos juntos en la preparación de las Jornadas, y en nuestro encuentro en Barcelona.
Laura Canedo y Ruth Pinkasz, directoras de las XXI Jornadas
EJES DE TRABAJO
( 1 ) Ficción, discursos y delirios
( 2 ) Locuras y psicosis
( 3 ) Sujeto de derecho y sujeto del inconsciente
( 4 ) Locura, evaluación y tecnocracia
( 5 ) Invención y producciones artísticas
( 6 ) Soluciones singulares
XX Jornadas de la ELP
Marcas del Trauma
«Traumas», «efectos traumáticos», «prevención del trauma», «estrés post-traumático» (DSM)… La explicación del trauma se pierde en la generalización de su definición y en sus modos de tratamiento.
¿Cómo negar el trauma en este tiempo que nos toca vivir con la irrupción de la pandemia del Covid19? Como analistas es urgente intervenir haciendo valer la política y la ética que nos competen para responder al uso de este concepto en el Otro social, en el Otro sanitario o en el Otro político.
El término “trauma” está desde el comienzo vinculado a la historia del psicoanálisis. Acontecimientos similares a esta pandemia que se vivieron en el cambio del siglo XIX al XX fueron los que sirvieron a Freud para proseguir con su investigación sobre el trauma, que ya había iniciado tiempo antes en relación con su origen sexual.
El trauma para el psicoanálisis es el nombre del encuentro con un real que irrumpe de manera inesperada. Es signo, es marca, es herida provocada por una lesión inevitable en el hablanteser: «Porque el cuerpo, si lo tomamos en serio, es el primero que puede llevar la marca propia que lo ordena en una serie de significantes» (1).
Así, las marcas del trauma han de hacerse valer como soporte de la relación del sujeto con el cuerpo, que las lleva pese al hecho de sustraerse a ellas. Dichas marcas, algunas veces, señalan un antes y un después en la vida de cada cual, porque quedarán inscritas para siempre. Por esta razón, durante un análisis se convoca al sujeto a explorar las marcas a través de diferentes acontecimientos de la vida que podrían devenir en traumáticos o no. Y es que el efecto traumático se produce en la medida en que el acontecimiento actual toca un real que es anterior.
La lectura y el tratamiento del trauma que hace el psicoanálisis de orientación lacaniana difiere por tanto de otras prácticas que encontramos en el discurso común y que pretenden eliminar, anestesiar, olvidar, prevenir, controlar, etcétera. Para el psicoanálisis, las marcas del trauma tienen un valor inaugural y están relacionadas con la existencia.
Para Freud, el trauma remite a una primera experiencia de excitación sexual, enigmática, que queda reprimida y que en un segundo tiempo podría ser simbolizada. Sin embargo, tanto en Freud como en Lacan, el goce de un sujeto está siempre ligado a un primer acontecimiento con valor traumático (2).
Pero ¿cuál es el estatus del trauma? ¿De esa «herida sexual», puesto que eso es lo que significa trauma? (3) La línea clásica en el psicoanálisis consiste en buscar la herida antigua dentro del orden de lo que ya ocurrió. El enfoque de Lacan —que remite a Freud— hacia el final de su enseñanza radica en tratar el trauma como un trouma, neologismo que unifica trauma y agujero. La última versión del trauma sexual es, según Lacan, que «no hay relación sexual». Este axioma dice que en cualquier caso siempre hay un punto traumático y que la dimensión de la sexualidad del sujeto avanza «a tumbos» (4).
Cuando Lacan consideraba el inconsciente estructurado como un lenguaje ponía de relieve la mordedura del significante sobre el viviente, un primer efecto de castración entendido como traumático. Con el concepto de rasgo Unario “einziger zug” como soporte de la identificación primordial, Lacan hará de la relación del sujeto con el significante su marca fundamental. Más adelante, se producirá un viraje en su enseñanza con respecto a diferentes conceptos: del sujeto al parlêtre, del lenguaje a la lalangue, y formulará además el axioma antes mencionado, «no hay relación sexual», brindando así la fórmula sincrónica del trauma (5).
La inmersión del parlêtre en la lalangue, la percusión de la lalangue en el cuerpo, hunde ahí sus raíces del unosolo, que es significante, marca, trazo, corte (6), y produce con ello un acontecimiento de cuerpo que corresponde al orden del traumatismo, del choque, de la contingencia, del puro azar (7). En el nuevo paradigma clínico nodal que inaugura el último período de la enseñanza de Lacan, el trauma y sus marcas son ese anudamiento entre lenguaje y cuerpo, a diferencia del trauma considerado desde el discurso común, que remite a un hecho supuestamente traumático para todos.
Así, frente a los diferentes acontecimientos de la vida, el psicoanálisis ofrece explorar las marcas de cada cual y sus destinos, su troumatisme (8), es decir, aquello que hizo agujero ahí donde el sujeto no ha encontrado las palabras, y lo que cada uno pudo inventar con esas marcas.
Invitamos pues a presentar trabajos que permitan el estudio, la investigación y el esclarecimiento de los siguientes ejes:
· El trauma y sus escrituras
· Los traumas sexuales infantiles
· Los amores traumáticos
· El trauma y el arte, la literatura, el cine, etc.
· El tratamiento psicoanalítico del trauma.
Comisión científica: Lucía D´Angelo, Blanca Fernández, Eugenia Insúa, Silvia Nieto, Ruth Pinkasz.
(1) Lacan J.: “Radiofonía” en Otros escritos, Paidós, Buenos Aires, 2014, p. 432.
(2) Miller, J.A. “El estatuto de lo real” revista Freudiana nº 63. Barcelona, 2011, p. 28.
(3) Miller, J.A.: “Causa y consentimiento”, Los cursos psicoanalíticos de J.A. Miller, Paidós, Buenos Aires, 2019, p. 138 y sgtes.
(4) Miller, J.A.: “Causa y consentimiento”…op. Cit. p. 139.
(5) Miller, J.A.: “Causa y consentimiento”…op. Cit. p. 138.
(6) Lacan, J.: El Sinthome, S. XXIII, El Seminario, Paidós, Buenos Aires, 2006, p. 209.
(7) Miller, J.A.: Curso de orientación lacaniana, “L´Un tout seul”. Clase 3, 2 febrero 2011. Inédito.
(8) Lacan, J.: Seminario XXI “Los no incautos yerran” Clase 8, 19 febrero 1974. Inédito.
Saber-hacer (arreglárselas) con el trauma (trouma) | Clara María Holguín
Saber-hacer (arreglárselas) con el trauma (trouma) | Clara María Holguín
Marcas del trauma
Miércoles 24 de noviembre, 20h. ESPACIO CENTRAL
HACIA LAS XX JORNADAS DE LA ELP
MARCAS DEL TRAUMA
Presentan
Concha Lechón
«Jean Michel Basquiat. Polifonía visual»
Ángela Quintero
«El deseo sexual siempre viene a destiempo»
Acompañan
Carmen Carceller y Xavier Giner
REUNIÓN VIRTUAL
Acceso libre
ELP Comunidad Valenciana le está invitando a una reunión de Zoom programada.
https://us02web.zoom.us/j/120688460?pwd=R1RYM2VJMTQ0R3p0Q1NPOG5hSDJ6dz09
ID de reunión: 120 688 460
Contraseña: 763277
Trauma y arte

REUNIÓN PRESENCIAL Y VIRTUAL:
Presencial: EASD (Escuela Superior de arte y diseño de Valencia).
Virtual: ELP Comunidad Valenciana le está invitando a una reunión de Zoom programada.
Tema: MESA REDONDA SOBRE “TRAUMA Y ARTE”
Inscríbase en la fecha y horario que más le convengan:
https://us02web.zoom.us/meeting/register/tZMufuyhqD0vEtzv-6DfCJCeYU0MKPL2UoWH
Luego de la inscripción, recibirá un correo electrónico de confirmación con información para unirse al seminario web.
Acceso libre virtual y presencial
Espacio preparatorio de las XVIII Jornadas de la ELP:
Vídeo
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Espacio preparatorio de las XVIII Jornadas de la ELP:
“La discordia entre los sexos a la luz del Psicoanálisis
Concha Lechón
Jornada preparatoria para las próximas JJ de la ELP
«¿Quieres lo que deseas?
Excentricidades del deseo, disrupciones de goce»
Segunda Noche de trabajo
EN LA ORILLA
David Bowie o la diferencia que hace vínculo
Primera Noche de trabajo
Rosa Durá Travesías.
Hollywood y Las Reglas del Juego.
11-12 Noviembre 2017
XVI Jornadas de la ELP
"Yo soy..", "Todos somos..."
El psicoanálisis ante las nuevas identidades
Vivimos en la actualidad una efervescencia de los fenómenos “identitarios” que se producen a muchos niveles, distintos, aunque articulados.
En el plano político, esto se pone de manifiesto con el auge de identidades nacionales y religiosas, tanto en Europa como en EE. UU, que no pueden reducirse a un retorno de lo mismo pues encontramos en estos movimientos características nuevas.
Por otro lado, las “etiquetas” forman parte de lo cotidiano. Tanto desde los medios de comunicación y las redes sociales, como desde las burocracias políticas, surgen nombres, categorías, diagnósticos frente a los cuales los individuos contemporáneos se ven empujados a elegir. Se les proponen engañosamente estos significantes como una forma de nombrar su particularidad, en un movimiento que borra toda singularidad. El psicoanálisis, sin embargo, apuesta por la singularidad, por la manera en que cada cual es susceptible de encontrar su lugar en el mundo.
Identidades de género, identidades nacionales, identidades colectivas frágiles que duran el instante de un fenómeno de masa evanescente; diagnósticos que se multiplican y pretenden conferir identidades ligadas a condiciones o enfermedades del cuerpo, todo ello muestra una multiplicación de la noción de identidad. Como si se tratara de un intento de respuesta al imperativo “¡Identifícate!”, observamos en la clínica una búsqueda afanosa de nominaciones muy diversas que, adquieren a menudo la forma de una reivindicación o de un reclamo de reconocimiento: “Yo soy…”, ”Todos somos…”.
Ahora bien, el psicoanálisis revela que la identidad, lejos de ser una, está conformada siempre por una variedad de identificaciones. Freud sitúa la identificación como “la más temprana exteriorización de una ligazón afectiva con otra persona”[1]. En efecto, las primeras identificaciones, en las que el Otro cumple una función primordial, son constitutivas del sujeto e inconscientes. La clínica con niños nos enseña su importancia.
El concepto mismo de identificación se basa en el cuestionamiento de la identidad y muestra que aquello en lo que el sujeto se reconoce -su yo- está afectado por un desconocimiento radical de lo que lo constituye.
La identidad “tiene que ver con el Otro, con las imágenes reinas y los significantes amo”[2], que organizan nuestro goce y que tienen efectos en cómo nos conducimos en la vida. Sin embargo, la experiencia analítica deshace una a una las identificaciones que la conforman, permitiendo captar la alteridad que les subyace - la singularidad del modo de gozar del ser hablante - a la vez que confronta al sujeto con el vacío de representación primordial.
A partir de la lectura de Lacan, podemos afirmar que no hay identidad que se sostenga. Creerse uno no es más que ilusión, pasión, locura. La identidad puede cambiar o estar en crisis porque es un vacío, ante el cual, las identificaciones nos sostienen.
La inexistencia del Otro que rige la época actual no puede dejar de incidir en las identificaciones. El discurso del amo contemporáneo ya no ofrece ideales unificantes y, por tanto, tampoco produce identificaciones sólidas y universales. A este debilitamiento, responde un cambio en el régimen de las identidades que no obedecen a una imposición en nombre de significantes amo poderosos. Ahora, autoafirmadas, parecen responder a una verdadera pasión del ser hablante contemporáneo por nombrarse.
En efecto, las identidades se presentan hoy cargadas de una fuerza y de un grado de certidumbre inicial que contrasta con la rapidez con la que a veces se diluyen para dar lugar a una búsqueda nueva, no menos urgente. Sin embargo, el vacío y la angustia permanecen.
En la actualidad, el ejercicio del poder pasa cada vez más por el control de los cuerpos. Esta modalidad, que Foucault llamó biopolítica, constituye uno de los elementos determinantes del discurso del amo contemporáneo. “El sujeto se encuentra atrapado en la extensión creciente de la gestión de conjuntos de vivientes constituidos en poblaciones, cuyos modos de goce es preciso guiar, ya sea mediante el mercado, ya sea mediante la regulación burocrática y sus normas invasivas”.[3]
Si el psicoanálisis puede seguir definiéndose como el reverso del discurso del amo, urge desentrañar los resortes de este último para pensar nuestra clínica y nuestra política en el horizonte en el que necesariamente se inscriben.
Jacques Lacan pudo anticipar la multiplicación de los fenómenos identitarios y el aumento de los procesos de segregación, y su ultimísima enseñanza nos proporciona herramientas renovadas y poderosas para leerlos. Las próximas Jornadas de la Escuela nos convocan a ello.
Líneas de trabajo
Nuevos diagnósticos: falsos nombres
Del yo al síntoma, el inicio del análisis
Identificación : atravesamiento y restos
Nominaciones
Usos de lo imaginario
La máquina de etiquetar: Ciencia, Universidad, Bipolítica
Comunidades de goce
El fin de la infancia
Cuestión de género, género en cuestión
Construcción del adolescente
El selfie imposible y la ex-sistencia del cuerpo
Ser hablante y multitud
Nuevas identidades y segregación
[1] Freud Sigmund, Psicología de las masas y análisis del yo Cap VII La identificación. Obras completas Tomo XVIII Pag 99. Editorial Amorrortu.
[2] Brousse M H . Les Identités, une politique, l’identification, un processus et l’identité, un symptome.
[3] Laurent E. El reverso de la biopolítica . Pag 25. Grama Ediciones.
En las XV Jornadas de la ELP, titulada «Mujeres. Un interrogante para el psicoanálisis», celebrada el 19 y 20 de Noviembre de 2016 en el Colegio de Médicos de Madrid, los psicoanalistas de Valencia han tenido una importante presencia con la presentación de interesantes ponencias en diversas mesas simultáneas y talleres.
La Junta Directiva de Valencia, ha querido recoger estas excelentes aportaciones, dándoles un lugar en nuestra web para ofrecerlas a la lectura de todo aquél que esté interesado.
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HACIA LAS JORNADAS DE LA ELP
CRISIS, ¿QUÉ DICEN LOS PSICOANALISTAS?
Sesiones preparatorias
http://crisis.jornadaselp.com/
La ELP-C Valenciana les anima a asistir y participar en las actividades que ha organizado para la preparación de las XIV Jornadas Nacionales de la ELP, que se celebrarán en Barcelona durante los días 12 y 13 de diciembre.
Krisis en su etimología griega, significa oportunidad.
J. A. Miller dijo en una entrevista que ”una crisis para el psicoanálisis es lo real desencadenado e imposible de dominar, equivalente en la civilización a los huracanes con que la naturaleza periódicamente viene a recordar a la especie humana su precariedad”.
La crisis para el psicoanálisis tiene una dimensión de ruptura, de discontinuidad, de agujero, de desorden y de oportunidad, es un faro de lo real.
Una época que cambia requiere renovar, en la discordia de los lenguajes, la función del intérprete. El psicoanálisis es amigo de la crisis en el sentido de que la conoce, la respeta y debe servirse de su potencial. Lo que la crisis dice es: manos a la obra ¡hay mucho que hacer! Saber leer la crisis es abrir la puerta a la interrogación, a su cuestionamiento.
Los psicoanalistas han tenido desde Freud la responsabilidad de sostener la oferta de una experiencia inédita como es emprender un análisis. Oferta actual y subversiva que se abre a lecturas originales, diferentes de lo que pasa en lo social y en lo personal. Pero los psicoanalistas no quieren estar solos en la tarea de lectura civilizadora, por lo que otros muchos están convocados en estas Jornadas, cada uno desde lo específico de su disciplina, de su campo y de su deseo.
23 de septiembre de 2015
Presentación de las actividades preparatorias de las próximas Jornadas de la ELP y del blog informativo, así como de “Meteoro, Tribuna Lacaniana”
Intervienen: Xavier Giner (Psicoanalista. Miembro de la ELP) y Adolfo Santamaría (Psicoanalista. Miembro de la ELP)
14 de octubre de 2015
Leer, escribir, ¿qué hay de nuevo?
Intervenciones:
Carmen Botello (escritora y co-editora de El Nadir)
De la oralidad al libro, del cuentista al escritor
Rosa Durá (Psicoanalista y filóloga. Socia de la Sede ELP-C.V.)
11 de noviembre de 2015
“Adolescencias: crisis de la invención”
Intervenciones:
Las adolescentes, ¿qué sexualidad en tiempos de Internet?
Gabriela Alfonso (Psicoanalista. Miembro de la ELP)
La crisis adolescente en la crisis
Inmaculada Martín (Psicóloga de la Sección del Menor)
Cuando el hábito hace al monje
Carolina Martini (Psicoanalista. Socia de la Sede ELP-C.V.)
Reseña del espacio por Concha Carretero: Adolescencias
27 de noviembre de 2015
“¿Los tiempos de crisis son tiempos de invención?”
Intervenciones:
Álvaro de los Ángeles (Subdirector de Actividades y Programas Culturales del IVAM)
Manuel Ramírez (Co-editor de Pre-textos)
Josep Monter (Doctor en Filosofía)
Xavier Giner (Psicoanalista. Miembro de la ELP)
Carmen Carceller (Psicoanalista. Miembro de la ELP)
Reseña del espacio por Rosa Durá: Crisis – Invención