Bis repetita placent

Tomaré dos cuestiones de la pluma de Freud con este delicioso texto que no hace más que retornar al ombligo del psicoanálisis sobre la represión primordial y a la finura del inconsciente, como lo dice el propio Freud al finalizar su texto “La sutileza del acto fallido”1: “cuán complicados pueden ser los procesos psíquicos más insignificantes y simples en apariencia”.

Los tiempos del lapsus:

Escribe Freud: Hallábame preparando un obsequio de cumpleaños para una amiga mía, una pequeña gema grabada que debía ser engarzada en un anillo. Estaba adherida al centro de una cartulina sobre la cual escribí las siguientes palabras: «Vale para el joyero L (es el nombre abreviado), por un anillo de oro a confeccionar… para la piedra adjunta, que lleva grabado un barco con velas y remos».

En el lugar vacío entre confeccionar y para, apareció, una palabra que fue obligado a tachar porque era una palabra de más, la palabra bis. Esto es en lo que Freud se detiene: escribió una palabra de más y se pregunta por qué.

Interpreta que, intentando corregir la repetición de fur anterior, requiere del bis y de su tachadura para eliminar lo que se repetía. Se deshace de la molestia de la repetición del fur con el bis.

Un bis que interpreta Freud, desde su traducción del alemán “hasta” y del lado del non bis in idem, procedente del derecho romano sobre “nada se juzga dos veces”. Resulta curioso, menciona Miller en “Cosas de finura”2, que no lo tome del latín Bis repetita placent, “las cosas repetidas gustan”. El bis, significante de más y su tachadura forman parte del acto fallido.

No conformándose con su autoanálisis, verificando la incompletud de ellos, verificando que un análisis es cuestión de dos, Freud requiere de un otro, un otro que ofrezca otra interpretación a su lapsus: en este caso su hija es quien le devuelve otra lectura:

Ya una vez le has regalado una gema así para un anillo. Probablemente sea esa la repetición que quieres evitar. No es grato hacer siempre el mismo regalo3.

La interpretación tiene otra dimensión, incorpora otro personaje del lapsus: la mujer. La interpretación traslada la palabra al regalo, es decir, del significante a la causa del deseo, pudiendo organizarse como discurso del inconsciente de la siguiente manera.

S1 (fur) S2 (regalo)

S/ (bis).  a (piedra)

Más allá de la sustitución significante y de que Freud estaba satisfecho, lo que aporta en más Anna Freud es que apunta a la causa del deseo, que es el principio de esta cuestión de las palabras.

A partir de allí Freud busca un motivo para no querer obsequiar ese regalo, la piedra, cuando descubre: “De ningún modo quiero desprenderme de esta pequeña gema, me gusta muchísimo”4. ¡Ajá! Podríamos decirle a Freud.

Finalmente, a Freud se le ocurre una reflexión consoladora, reconciliadora: “Lamentarlo así no hace más que realzar el valor del regalo”. Es decir, estamos más cerca del valor de plus de goce, en tanto la piedra en su calidad de reserva tiene un mayor valor, inscribiendo su dinámica pulsional. No me extenderé sobre a quién está dirigida esta reserva, la cuestión sexual del sentido: a una mujer, una mujer de la que no sabe qué es lo que quiere, pero aquí parece saberlo: una piedra… Tal vez, como lo sabe, prefiere guardársela.

Ahora bien, es de destacar la posición de Freud con respecto a su lapsus y el amor al inconsciente que con este breve escrito nos ofrece. Lo enseñante en su enunciación es sobre la tensión del propio Freud en su relación con la represión y en su “yo no quiero saber nada de eso”, que no lo detiene y que permanece como tejido de sus enunciados. Precisamente sobre esta tensión del “yo no quiero saber nada de eso” es lo que nos conduce a no detenernos, como lo muestra Freud en la búsqueda de “las complicaciones de lo insignificante”. Represión que nos impulsa en los análisis a que esa tensión permanezca. Un combate cuerpo a cuerpo con ello que se produce en cada sesión y que en algunos casos, los resultados de ese combate se hacen objeto de transmisión. Una transmisión, producto de una confesión propia, que sublimada y tamizada, se vuelve enseñanza para otros.

Existe otro lugar del “yo no quiero saber nada de eso” que se pone en juego para el analista: El control. El lugar donde la temporalidad del análisis propio, en su entrecruzamiento con el “no quiero saber nada”, cobra valor como la piedra preciosa de Freud. Entrecruzamientos que soslayan tras ellos el horror al saber. Esto no es un campo de rosas.

Mientras elucidamos el propio “no quiero saber nada”, el control nos enseña a leer. Esta es la orientación de Lacan del 19 de abril de 1977: “Un psicoanalista […] depende de la lectura que hace de su analizado, de lo que éste le dice en sus propios términos5, pudiendo deducir de ello que el psicoanalista existe en la fugacidad de esa lectura y en la ruptura de los efectos sugestivos del significante.

Finalmente, con el paso del tiempo, cuando los años de práctica se suceden y acumulan, ¿podemos estar tan seguros de nuestra posición como analistas que dejemos de recurrir al control? Yo creo que no. Es un ejercicio que nos descompleta, lo cual se acerca a veces al horror, pero que al mismo tiempo nos sostiene en el filo del “no quiero saber nada” y, por lo tanto, sobre lo que Freud nos enseña en la sutileza de este acto fallido: su permanente posición analizante.

Carolina Salinas


  1. Freud, S. “La sutileza del acto fallido”. Obras Completas. Vol XXII: Amorrortu, Buenos Aires, 1991, pp 230-233.
  2. Miller, J-A. “Cosas de finura”, Curso 17 de diciembre 2008, EOL. https://eol.org.ar/template.asp?Sec=publicaciones&SubSec=on_line&File=on_line/jam/curso/2008/08_11_12.html
  3. Ibid.,p.231
  4. Ibid.,p.231
  5. Lacan, J.” L´insu que sait de l´Une-bévue s´aile à mourre”, Clase del 17 de abril de 1977. Inédito.
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Print

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Responsable y destinatario: Escuela Lacaniana de Psicoanálisis del Campo Freudiano (ELP) +infoDestinatario: ELP +infoLegitimación: Consentimiento del interesado +info. Fin del tratamiento: responder a comentarios +infoDerechos: Derechos de acceso, rectificación, supresión, portabilidad y la limitación u oposición a su tratamiento, así como solicitar más información sobre el tratamiento de sus datos. Derecho a presentar una reclamación ante la Agencia española de Protección de Datos. +infoInformación adicional: Disponible la información adicional y detallada sobre la Protección de Datos Personales aquí +info.

Buscar

GRACIAS POR COMPARTIR

ESTÁS LEYENDO...

Bis repetita placent

OTRAS LECTURAS:

Una lectura posible de “La dirección de la cura y los principios de su poder”, un texto de orientación clínica...

Para este encuentro se han propuesto dos referencias bibliográficas:  Comienzo por el texto de Hebe Tizio1, quien plantea la transferencia...

Hablaré sobre el largometraje Robot Dreams. Esta película está basada en la novela gráfica popular de Sara Varón y cabe...

news
letter.

No te pierdas nuestras novedades, actividades y toda la información que recibirás cómodamente en tu correo.

Responsable y destinatario: Escuela Lacaniana de Psicoanálisis del Campo Freudiano (ELP) +infoDestinatario: Mailchimp +infoLegitimación: Consentimiento del interesado +info. Fin del tratamiento: gestión newsletter +infoDerechos: Derechos de acceso, rectificación, supresión, portabilidad y la limitación u oposición a su tratamiento, así como solicitar más información sobre el tratamiento de sus datos. Derecho a presentar una reclamación ante la Agencia española de Protección de Datos. +infoInformación adicional: Disponible la información adicional y detallada sobre la Protección de Datos Personales aquí +info.