El pasado 8 de marzo tuvo lugar la primera actividad del espacio Encuentro con otros decires de la BOLV, en el que se presentó el libro Los silencios mal puestos de Matilde Obradors.
La jornada comenzó con un breve homenaje a Judith Miller por parte de Margarita Bolinches, responsable de la BOLV CV, quien recordó su impulso y su interés por hacer de las bibliotecas un punto de encuentro, investigación, discusión e intercambio, donde se recojan y resuenen los decires de cada época.
A continuación, Margarita destacó algunos hitos fundamentales en la historia de la Biblioteca de la Orientación Lacaniana, remontándose a las actas de 1908 en Viena, en el marco de la llamada «Reunión Científica de los Miércoles», cuando se planteó la necesidad de completar los archivos de la incipiente Sociedad Psicoanalítica de Viena. Para ello se creó La Comisión Central de Literatura, encargada de adquirir y consultar publicaciones periódicas de diversas disciplinas como Sociología, Filosofía, Pedagogía y las llamadas Bellas Letras. En esa orientación, Judith Miller creó en 1991, la Federación Internacional de Bibliotecas del Campo Freudiano. Dos años después se creó la Biblioteca de Valencia.
Subrayó, además, que una biblioteca no debe ser solo un lugar donde se acumulen libros, sino una invitación a leerlos, una biblioteca con forma de libro abierto.
En este espíritu, Encuentro con otros decires es un espacio con el que la BOLV reanuda su apuesta por leer las resonancias del decir, en este caso, el decir poético.
Iván Navarro presentó a Matilde Obradors y compartió la pregunta que le suscitó la lectura de su libro: ¿Qué estatuto dar a la poesía respecto a la verdad?
Por su parte, Arturo Borra señaló que Los silencios mal puestos plantea una promesa de fuga o salida: no se trata tanto de suprimir los silencios, sino de desplazarlos a otro lugar, donde no obturen, sino que abran líneas de creatividad y de fuga.
El libro se sumerge en el lenguaje como herramienta para desenterrar memorias, construyendo paisajes y escenas de huida y retorno. En sus páginas, la autora aborda la expresión de una infancia y una vida marcadas por el abuso, que, desde el decir poético, le permite no sin dolor una apertura al impulso vivo que la habita.
La conversación se animó con las intervenciones de los presentes y los colegas que, desde Alicante y Canarias, intervinieron con sus preguntas y comentarios. A lo largo del encuentro, la conversación giró en torno al Otro, el cuerpo, el deseo y la escritura como tratamiento del sufrimiento, más allá del sentido. Se abordaron cuestiones como la función poética para hacer resonar el sin sentido en la brevedad fulgurante. En sus poemas los silencios fueron adquiriendo una verdad otra, más inconsistente y por ello más liberadora.
Finalmente, Matilde Obradors reflexionó sobre la escritura como una forma de sobrellevar el duelo y sobre la herida que nunca cierra del todo, pero que encuentra en las palabras un modo de ser habitada. También confesó: La poesía me permite no decirlo todo y, al mismo tiempo, decir mucho.
Cecilia Fuentes
Socia de la Sede de la Comunidad Valenciana de la ELP